Una parodia complementaria para todo lector crítico del blog del Señor de la Cigoña.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

14-09-11 ¿No son tan pesimistas las perspectivas de la reunión con los lefebvristas? Esto leemos en Le salon beige


¿Nos ha leído la cigüeña? Da la impresión de que nos responde, o quizás responde a toda una masa de católicos que ansía ver culminada la legalización plena de los tradicionalistas en la Santa Iglesia. Quizás simplemente responde a sus propios temores. Haría bien en imitar a los de su mismo catecismo que están calladitos y muy calladitos en este tema después del patón con el Padre Bru y después de haber copiado la desinformación en el tema de Aciprensa y haber tenido que censurar todo el debate donde ya no podían dar a basto ni con la cantidad ni calidad de razones que tan mal les sientan.

El caso es que nos saca la cigüeña un texto en francés, para variar, abriendo con interrogantes que parecen afirmar el pesimismo. Anotaremos para limpiar las posibles cagadas, que a) No vemos en el texto el pesimismo del que habla el cicornio; y b) vamos a aportar, para variar de verdad, un texto en inglés de Rorate para que entendamos como se atisba el triunfo de la Iglesia.

The great novelty comes from the Roman side. Le Figaro has learned that the Holy See could, for the first time, admit that these aspects fought by the "Integrists" are not considered as "essential" to the Catholic faith to the point of keeping outside the Church those who do not admit them. And that what has been foundational to the Catholic faith for twenty centuries is the sole [aspect] considered fundamental for communion with the Holy See, and not the interpretation from the last Council to this day.

Great autonomy of action

Another consequence: the Holy See, after it is verified tomorrow that Bishop Fellay and his faithful share the essence of the Catholic faith - which remains a demand and a sine qua non condition for Rome -, would propose to them a juridical solution so that the Fraternity of Saint Pius X is from this point forward considered a Catholic entity and not foreign to the ecclesial body anymore.


Que en román paladino quiere decir que la Santa Sede viene a dar la razón a tantos que decimos que no se puede quedar uno fuera de la Iglesia por una cuestión legal poco clara tal como la que pretenden los fariseos con su interpretación neodogmática del Concilio Vaticano II. También en inglés, nos ha dado por lo sajón hoy, les ofrecemos el excelente comentario de este sacerdote.


People of good will can differ on theological points and still remain in unity.
People of good will can attain unity even when they disagree on matters which are by no means clear.
The history of the Church’s great Councils underscores this fact.
How many times have I written that the so-called “Feeneyites” were able to be in union with the Church but without having to abjure their position about extra Ecclesiam nulla salus.  The theological problems the SSPX has with the Second Vatican Council or the Holy See or anything else, don’t necessarily need to be the absolute obstruction to unity.
Questions of the role of the Church in the modern world or religious liberty are really hard.  There is room for debate and disagreement.  It is possible for people of good will to disagree about whether or not the fruits of Vatican II were all wonderful.  There is a precedent for closer union even when we consider the theological concerns some SSPXers might be harboring.
Slowly but sure the climate has been changing.  Hopefully we have come to a point where hearts can also be moved to open.  And there must be a willingness on the part of the SSPX to submit to the Holy Father’s authority… which he is exercising in very good will in their regard.
Again, it is possible for people of good will to disagree on very hard questions and still be in union. 

¿Han rezado ya por el asunto? ¿Han ofrecido la Misa y la comunión de hoy? Sería lo mejor. Un Padrenuestro y un Avemaría recitados con sinceridad y devoción bastan para que Dios muestre su voluntad en la historia de cada uno y de todos. No pierdan tiempo, háganlo ahora mismo, tal como terminan de leer aquí.

M.D.

martes, 13 de septiembre de 2011

13-09-2011 Bru no se va de la COPE Aclaración de José Luis Restán

En su momento no toqué el tema del Padre Bru porque tenía el serio convencimiento de que iba a tener desmentido. Ahora lo hemos comprobado. Le suele ocurrir a los del mismo catecismo que la Cigüeña que no comprueban los chismes que les llegan en su ansia de figurar y así van varias en las que luego tienen que envainársela. El cicornio, fiel a la unión de corazones con Infocatólica pues se ha dado de bruces con la verdad y, fiel a su cagada, convierte la rectificación en cagada sobre el Padre Bru para mancharlo un poco y no se note que rectifica.

Así son los que gustaban la COPE liberal del ateo, el protestante y la salidita (la versión copera del bueno el feo y el malo pero más morbosa) y que ahora no saben sino mostrar su rencor a los señalados como de otra cuerda mostrando la decadencia de la Iglesia española y de los eclesiásticos que pululan por ella. No se dan cuenta que la misma COPE y cualquier otra iniciativa es muestra de esa decadencia Pero no se alarmen, la cosa no es sólo aquí. Es en todo el orbe católico con pocas excepciones.

Esperemos que en breve tengan que envainársela de nuevo y las soluciones a tantos males empiecen a florecer de la mano de lo que haya dispuesto la Providencia en la fecha de mañana. Sea como sea, cúmplase la voluntad de Dios, que es lo mejor que podemos pedir en nuestra oración según Santo Tomás de Aquino.

Voy a caer en el defecto del nido y a poner un texto en francés que a la hora de escribir esto, pasada la medianoche del día de la exaltación de la Santa Cruz, encabeza el sitio oficial del distrito de Francia:

Si Rome veut nous donner une véritable autonomie, celle que nous avons maintenant, mais avec la soumission, nous le voudrions. Nous l’avons toujours souhaité : être soumis au Saint Père ; pas question de mépriser l’autorité du Saint Père.

M.D.

13-09-2011 Más jesuitas que vueven al clergyman Verdaderamente sorprendente


Como era de esperar sigue la ráfaga de tiros a los hijos de San Ignacio, olvidando que tienen un voto de obediencia especial al Papa y que si no lo cumplen es el Papa el que ha de reclamárselo. A lo mejor no se lo reclama y lo que hacen es pura obediencia "especial" al Papa. Bueno, esto da para mucha historia de la Iglesia que no es el tema.

El tema es que el cicornio vuelve a lo de siempre: las formas, las exterioridades, la apariencia, lo fenoménico. La causa principal de todo se olvida. Le recordamos que durante siglos, muchos de los grandes apóstatas y herejes han vestido todos de sacerdotes o religiosos hasta el final de sus días. No es este el tema. No caigamos en la falacia de que un sacerdote o un religioso son mejores por ir así. Simplemente visten como deben. Pero es que parece ser que durante muchos años el no vestir como deben les ha sido igualmente tolerado y propuesto sin ninguna pega. Incluso se llegó a cambiar algún canon del Código de Derecho Canónico para satisfacer tal cosa. ¿Por qué no esudia eso y quien tiene la potestad suprema para admitir tal cosa? En fin. Esta cagada contínua y fenomenológica es más del ventilador eclesial inmenso que equivaldría a que Trento se hubiera limitado a decir que Lutero rompió el celibato y por eso está condenado. 

Es de encomiar que la cigüeña pida cambio más trascendentes en los jesuítas. Pero como he dicho, eso no es cosa ya de ellos, sino de analizar las causas de un orden superior. Ellos son meras causas de segundo orden en este momento eclesial. Pero no todo el mundo sabe metafísica suficiente para comprender esto, como no todos comprenden que la principal reforma de la Iglesia ha de venir por iniciativa de la cabeza de la misma so pena de no reformarse nada. Un obispo, más aún el de Roma, puede predicar como los mismos ángeles, pero la caridad se muestra en la obra hecha. El Pontífice deber reinar y poder gobernar.

M.D.

12-09-2011 Me temo que la reunión del próximo 14 entre los lefebvristas y la Santa Sede va a ser un fracaso. Y lo siento Buscado a conciencia por los lefebvristas


Que sentida es la Cigüeña cuando juega a ser pájaro de mal agüero. Tanto se ha escrito sobre la reunión del día 14 (mañána a la hora en que publico esta entrada) que parece futil el añadir algo más allá de decir que puede ocurrir cualquier cosa. Sólo diré que este artículo sobre el escándalo de Asís no es nada que la Santa Sede no sepa ya que está en la mente de cualquier miembro de la FSSPX y de muchos otros católicos que nada tienen que ver con ella. En consecuencia, nada hay de lo que asombrarse por ese lado. 


La única perplejidad que causa esta declaración es la oportunidad de decirlo ahora y eso obviamente puede responder a muchas cosas, incluída la opción contraria que el cicornio no contempla. Spongamos, como hacen muchos, que la Santa Sede ha decidido regularizar sin condiciones a la FSSPX y Monseñor Fellay, hasta hace poco desconocedor de para que lo habían llamado, se entera ahora que es para esto o simplemente lo supone con buen tino como lo suponen muchos. Si lo llaman para ofrecerle la regularización sin condiciones dentro de un inmenso juego versallesco de poder en la curia vaticana, el artículo se entiende entonces como una reacción ante ese sin condiciones, mostrando la dureza de la posición a la que se pretende dar cancha y que es consciente de que no va a ser un mero títere en manos de poderes ocultos. Una especie de prueba de intenciones a ver si saltan las calvijas con las que se pretende usar de la Fraternidad y que los tradicionalistas suelen llamar "la trampa romana". Claro que ese análisis implica asumir muchas cosas que en el nido son inasumibles. Entre otras, el ir a las causas desde hace muchos lustros para acá y no a las formas y causas segundas.

Pero puede ocurrir cualquier cosa, no podemos dejar de insistir en esto, y por eso es mejor no hacer pronósticos no sea que luego haya que envainarlos. Sólo queda rezar y orar (por eso de que no somos pelagianos) para que todos sean uno y se cumpla la voluntad de Dios en este asunto. Es lo que nos toca como fieles hijos de la Iglesia.

Un buda sobre el tabernáculo de la Iglesia de San Pedro en Asís


La cagada mayor de la Cigüeña no es su análisis de esta cuestión. La gan cagada está en que en su análisis, y como deja caer en los comentarios, admite que un católico debe de estar de acuerdo con lo que pasó en Asís y tolerarlo so pena de dejar de ser católico. Pues no. Puede no estarlo y no tolerarlo y seguir siendo fiel al Papa y fiel a la Iglesia, porque al Papa no hay que seguirle en todo lo que dice y hace cuando no es magisterio. Y cuando el Papa decide hacer oración pública con las falsas religiones (lo que San Pablo llamaría comunicar con los demonios), pues no tengo como católico que seguirlo tal como Pablo no siguió a Pedro cuando se doblegaba a los de la circuncisión en su obrar. O sea, que lo que uno en conciencia considera que está mal en el obrar de un Papa (que no es llamarlo apóstata ni mucho menos como da a entender el nido) simplemente no es ejemplo y puede y debe ser objeto de una corrección fraterna.  El Señor es celoso de su casa y no se cae un trocito de fresco en Asís sin que él lo haya permitido.

Adoración pagana en la Iglesia de San Pedro en Asís
En Asís vimos ídolos adorados sobre altares cristianos y la tumba de los mártires que contenían. Esto en moral católica por mucho que lo quieran defender no tiene defensa alguna. Es algo que escandalizó a muchos de los presentes, cardenales incluídos. Muchas más imposturas se vieron y muy grande fue la confusión y el escándalo por el módico precio de dar contento al mundo con su cacareada paz, que no es como la da Cristo. ¿O acaso piensan todos que Cristo ha venido a traer la paz al mundo al modo que esparaban los judíos a su mesías terrenal y no la disensión a causa de su persona divina?

M.D.

lunes, 12 de septiembre de 2011

12-09-2011 El cardenal Schönborn Una carta eclesial a los rebeldes


Simpática la Cigüeña. No es posible poner en la calle a trescientos sacerdotes. Sin pararnos a preguntar si esa misma alma compasiva la tendría para los seiscientos sacerdotes de la FSSPX o para los millares que andan descarriados en el Cuerpo de Cristo. Estamos de acuerdo; la disciplina eclesiástica no está para condenar, sino que incluye la condena para salvar al que condena. Las penas son medicinales, por mucho que esto no lo entiendan los que juegan a las facciones totalitarias dentro de la Iglesia. Sin embargo, las causas sí que son condenables, denunciables y prescindibles para que no produzcan más efectos similares en las conciencias.

Se abruma y queda a medias entre paternal y escéptico Don Francisco por la carta eclesial del cardenal Shcönborn, pero de nuevo olvida las causas. Tal como en el coco taranconiano, tan propio de la transición española, aquí se obceca con otro cardenal primado, sólo que de Austria. Obvia el cicornio que en Austria hay muchos obispos que son Cristo Señor en sus diócesis,  mientras que este "primus inter pares" no puede decir en aras de su paridad nones en nombre de todos, sino que cada obispo ha de llamar al orden a los sacerdotes implicados de su presbiterio o aprobar en concilio particular, sínodo o como quieran llamarlo una acción cara a estos sacerdotes. 

Obviamente la rebeldía de esos curas austriacos es nacional. Afecta a más de la décima parte del clero austriaco sólo en los firmantes y como es lógico suponer, habrá una mayoría que no firma y apoya a los firmantes, más la otra mayoría que los comprende aunque no los apoye, etc. El resultado es que es muy probable que, tal como ellos dicen, las dos terceras partes del clero austriaco estén en franca rebeldía manifiesta o no manifiesta. Y esto no ocurre sin la responsabilidad de sus obispos  y sin el apoyo o apatía de innumerables fieles que deberían ser más celosos de la casa de Dios.

¿Qué va a hacer entonces el cardenal de los globitos y los funerales masónicos? Poco, si no cuenta con las directrices de la Santa Sede en tema tan grave para exponerlas a Senatus Consultum (es uno de los nombres que acepto para esa cosa que llaman Conferencia Episcopal). Es ahí donde entra la figura del Primado. Será el cauce por el que transcurrirá el diálogo y ahí simplemente está haciendo su función en esa carta, que seguramente está ya avalada y mandada desde la curia Papal.  Que luego la cosa salga rana y el próximo Papa le llame al orden por no haber sabido resolverla, tal como Juan Pablo II amonestó a Tarancón, es parte de ese juego versallesco que se llama matar al mensajero. 

Matar al mensajero si las noticias son malas. Esa es la causa que no se quiere ver en este asunto. Años llevan en Austria choteándose de la doctrina y disciplina, obispos y cardenal incluídos, y ahora resulta que son los malos de la película. Honorio I, Papa de la Iglesia Católica que llegó a llamar "perros mudos" a los obispos de España por no haber sabido atajar el rebrote del Priscilianismo, fue condenado después de su muerte en Concilio Ecuménico y con condena sancionada por uno de sus sucesores. La más sana teología e investigación histórica reconoce que lo condenaron por negligente, no tanto por hereje. Hoy ya no ocurre ese grado de honestidad de la Iglesia para consigo misma, no conviene después del Vaticano I y el complejo nunca superado de la pérdida de los Estados Pontificios y el Papa prisionero en su propia casa, que daría lugar a un complejo de superioridad tras el Vaticano II. ¡Qué ironía de la providencia el posconcilio!. En la Santa Sede se mata al mensajero y aquí no ha pasado nada. ¿El Papa?. ¡Viva el Papa manque pierda! es lo que esconde el fanatismo que no sabe distinguir en el amor al Romano Pontífice la obligación de la caridad para con el prójimo y para con el Papa mismo, al cual hay que recordarle que tiene ataduras que no vienen de la caridad, sino de aquellos que desean su muerte.

El único consuelo es leer a la excelsa Doctora de la Iglesia, Santa Catalina de Siena. En sus Diálogos nos ilustra al respecto: 
...y así unos y otros usan de falsedad, y engañan al Papa, debiendo proceder pura y sinceramente. Pero si el Vicario de mi Hijo sabe los defectos de unos y de otros, los debe castigar, y quitar al uno su empleo, si no se enmienda y corrige su mala vida, y al que compre el Beneficio d Prelacia ponerlo en prisión hasta que se corrija de sus delitos, y para que los demás tomen exemplo y teman, y no se atreva ninguno á hacerlo. Si el Sumo Pontífice lo hiciere así, procede como debe; pero si no, no quedará sin castigo su pecado quando dé cuenta en mi presencia de sus ovejas.

(Santa Catalina de Siena, Diálogos, Trat.2 cap. XLI)

¿La leerá el Papa? ¿Se seguirá matando al mensajero?

M.D.

domingo, 11 de septiembre de 2011

11-09-2011 Pagola en Cádiz Para tomar nota de la parroquia que lo trae


Cagadita de la Cigüeña que no se me iba a pasar por alto. Mucho hablar de causas pero ahí lo tienen, crotorando a lo loco porque una parroquia invita a José Antonio Pagola a dar unas conferencias.

Hay obispos que invitan a Uriarte para que hable a sus curas y parroquias que lo hacen con Pagola para que "instruya" a sus fieles. [...] Curas y laicos harían muy bien en no ir. Y obispos y párrocos en no invitar.

¡Ay! Los tronos a las causas y los cadalsos a las conciencias. ¿Qué pasa, Don Francisco, con el Obispo de San Sebastían, Monseñor Munilla? El no es que invite a Pagola a una parroquia, es que es un obispo que permite que sea el que lleve el instituto de teología y pastoral en su propia diócesis. ¿Hace bien?


Da gusto ver a muchos de los polluelos cicornios comentando la responsabilidad del obispo de Cadiz, pero callando como el pollo del nido que Pagola permanece en un importante puesto de labor formativa de la diócesis sin que Monseñor Munilla haya hecho algo al respecto. A lo mejor es porque piensa que no hay porqué hacerlo o espera que otro le haga el trabajo sucio y Pagola se muera del disgusto mientras el queda como paternal señor. Sea como sea, la cagada de la cigüeña es patente por su incoherencia y habilidad para ocultar lo evidente. Me recuerda a la desgraciada habilidad de Tarancón. ¿Distintos perros con el mismo collar el cardenal y la cigüeña? Sí, pero uno con poder jurisdiccional y el otro con poder mediático... de momento.

M.D.

11-09-2011 La más impresionante "madrugá" En agosto y en Madrid


Desde la JMJ el cicornio lleva cagando a despecho, parece que le da un subidón con el tema. Tan pronto habla del éxito de la JMJ con partes oficiales de guerra, como nos vende que hasta ha sido un negocio. Lo peor es que mientras se va viendo cada vez más claro lo que ha sido la JMJ, el se cree que estas cagadas son rosas. Hoy nos toca oler la rosa de la Gran Madrugá...

No ha habido jamás una procesión de Semana Santa como la que se vivió en Madrid en la noche de agosto de la JMJ.  

Estoy de acuerdo. Jamás la ha habido porque, para empezar, jamás ha ocurrido, desde el principio de los tiempos litúrgicos, que la Pascua caiga en agosto; y miren que se dieron discusiones sobre la fecha de la Pascua, pero jamás se había lllegado a tal dislate de poner el folklore de la Semana Santa en la calle en pleno verano. En fin, debe ser la nueva revisión del calendario que ya se ve venir. Si todo es gracia, todo es Pascua y todo es Semana Santa. Exito redondo que culmina el ciclo iniciado con la Navidad que dura desde Noviembre, cuando viene al Corte Inglés, a la cuesta de enero, febrero y resto del año. Son los tiempos fuertes de la Iglesia española que ya no sabe de nada más que de folklore, cada vez menos sacro y cada vez más mundano. Para terminar hay muchas otras razones, pero quizás en este artículo de Ex Orbe estén mejor apuntadas.

Sigue la cagada con la reflexión pía sobre la suerte y destino inmortal de los caballeros legionarios, que paradójicamente son novios de la muerte a pesar de tener almas inmortales que salvar, como cada uno.
La cagada no es por llamar nuevos cirineos a estos hombres heridos por la suerte con zarpa de fiera (como se solía decir antes), sino porque a ver como nos explica el cicornio que ese súbito arranque pío que le lleva a ver el cielo lleno de chapiris no se puede aplicar a tanto pecador mundano, mucho más los que celebran misa y un día decidieron decir que sí a Dios en las sagradas órdenes, a pesar de que luego lleven a la condenación a tantas almas con ellos. ¿Acaso Dios no sabrá abrazar a quien le tocó no ya como nuevo cirineo, sino "in persona Christi" a diario? Y es que el ponerse en plan paternal está muy bien en la pastoral del todo vale y todo es bueno, pero de poco vale para llevar a las almas a Dios que se relajarán a más ver. Pero claro, ese aspecto tan ignaciano del mismo San Ignacio, que es antes de la Iglesia católica, parece que tampoco está en su catecismo. 

"mas si en alguna manera y algunas veces se hablare, así hable que el pueblo menudo no venga en error alguno, como a veces suele diciendo: si tengo que ser salvo o condenado, ya está determinado, y por mi bien hacer o mal no puede ser ya otra cosa; y con esto entorpeciendo se descuidan en las obras que conducen a la salud y provecho espiritual de sus ánimas"
(San Ignacio, de la regla de discernimiento del espíritu)

Si usted quiere salvar legionarios, déjese de consideraciones pseudopiadosas tan propias de los que vacían iglesias y de cuchifletas folklóricas que tenemos en Andalucía cada año sin que la cosa vaya a mejor sino a peor y siga el ejemplo del Padre Huidobro SJ, por poner un hijo de San Ignacio denostado hoy en día y muy querido por los legionarios. El sí que sabía seguir hasta la muerte a sus fieles caballeros. Ora pro nobis (ad usum privatum).

M.D.

11-09-2011 Todo tiene la misma causa (y III)



Parece que termina la relación de artículos dedicados a la causa general de la Iglesia posconciliar. El caso es que parece que se impone el sentido común y en el nido no se puede ignorar la causa primera. Al menos eso es lo que parece desprenderse del cierre de este "y III":

El Papa, los obispos, los superiores religiosos están para algo. A ver si se les nota. Y el defecto no está en el escalón superior sino en los siguientes. No pocos de los que los ocupan deberían hacer algo para justificar el cargo y hasta el sueldo.    

Si a esto añadimos lo que acabábamos de publicar ayer sobre la causa a la que hay que apuntar en vez de tanto crotorar y comparamos nuestro texto: "Una curia muy falta de santos varones y llena de eficientes acomodados que hoy día sigue mostrándose como la piedra de tropiezo de toda ansia de reforma" pues podríamos hasta decir que la Cigüeña nos ha leído y ha tomado nota de que hay que apuntar a las causas en lugar de confundir a la gente con lo que son meras consecuencias y efectos de las mismas. Aunque sabemos que casi todo el que se pone a leer la causa general no duda en echar una mirada a los relatos y fotos morbosas, confundir la causa general con esos relatos y fotos es un auténtico insulto a la justicia y es hora de que todos digan esto alto y claro. No se pueden levantar tronos a las causas y cadalsos a las conciencias.


En cualquier caso es una alegría que entre tanta cagada aparezca una poca de claridad. Cuando todos compartan esa claridad y la pongan en claro en lugar de jugar a las quinielas electorales corruptocuriales pues se habría avanzado un paso. Pero no soñemos despiertos. Esto son los típicos excesos a los que nos tienen acostumbrados los conservadores más que un deseo efectivo de denunciar la situación para que se aplique la reforma tan necesaria. Si no me equivoco, pronto volveremos a ver al cicornio dirigirse a lo fenoménico, lo accidental y a seguir crotorando con mucha gravedad para confusión de los fieles mientras el atrio del templo sigue quedando cada vez más guarro. Esto también tiene su causa, pero ya la trataremos otro día.

M.D.

sábado, 10 de septiembre de 2011

09-09-11 Una historia que se repite, gracias a Dios


Bueno, al final de su diatriba antireligiosos que me recuerda a aquella del siglo XIII que tuvo la suerte providencial de contar con el genio de Santo Tomás y San Buenaventura y la santidad de ambos Doctores de la Iglesia para contrarrestarla, el Sr. de la Cigoña ha descubierto que se pueden refundar las distintas fundaciones y que un modo de hacerlo es en lo que antes se llamaba "estricta observancia". Pues sí. Eso es una historia que se repite, pero no ahora, sino que lleva así desde hace muchos siglos en la Iglesia, semper reformanda.

La cagadita cicornia no va por ahí, aunque es normal que con tanto centrarse en el siglo XIX y apasionarse en el XX, desconozca la profundidad de la historia de la Iglesia. La cagadita va por el comentario sobre los jesuitas y la desgraciada habilidad de Tarancón, que por cierto le ha dado pie para toda una serie de tiros en ráfaga a los hijos de San Ignacio aquí y aquí , que no es que no se los hayan merecido, sino que se los han ganado a pulso como los más santos de ellos mismos reconocen. La definición hodierna de la Compañía de Jesús vendría a ser la de "una sociedad sin ley". Pero ocurre que la cigüeña no se para en causas, sino sólo en formas. Por ejemplo, mucho hablar del clerygman del provincial de Loyola, pero nada dice de Munilla acompañando el choteo a la forma extraordinaria a una con los de Loyola. Como siempre, las causas no se ponen a análisis, sólo un grave crotorar que se queda crotorando. 

Vamos a la cagada:

Y es inevitable no recordar la desgraciada intervención del cardenal Tarancón para impedir análoga escisión en la Compañía de Jesús que seguramente habría dado lugar a que hoy existieran numerosos jesuitas fieles al carisma de San Ignacio en lugar de esa permanente sangría ques la actual Compañía.   

Nos caga la torre y nos deja manchados haciendo pensar que Tarancón es el responsable de haber evitado lo que allá por 1969 era más que inevitable: la separación de la Compañía en dos compañías."Dos banderas-fidelidad, desviacionismo progresita- han generado dos filosofías, dos "fes" -dos teologías-, dos Iglesias, dos Compañías" como lo define magistralmente un documento crítico de la época.



Si leemos la historia completa tal como la relata D. Ricardo de la Cierva, que es alguien que conoce muy bien todo el entresijo de la Compañía en ese tiempo y uno de sus más prolíficos historiadores y denunciadores vemos que en realidad la Conferencia Espiscopal Española había mandado a la nunciatura su decisión de aceptar la división de la Compañía como la solución a los males de la misma con 49 obispos a favor, 18 en contra y 5 absteniéndose, pues fue tema que el Papa quiso consultar especialmente a los obispos españoles. Lo tienen todo en su libro Las Puertas del Infierno. La historia de la Iglesia jamás contada. que en la edición que manejo que es la 3ª actualizada, se encuentra al final de la sección cuarta del capítulo 9 bajo el epígrafe de "Documentos reservados del episcopado y los jesuitas sobre la crisis de la orden ignaciana en España". De la Cierva reconoce que Tarancón (seguramente uno de los opositores) ya no podía hacer nada para cambiar ese veredicto, como reconoce que la alerta que se corrió entre los jesuitas "arrupianos" que no querían la división, no podía darse sin venir de Roma . Correspondía pues al Papa la decisión final y como vemos, la lucha de poderes ya no estaba al alcance de los obispos españoles, sino de esa causa que nunca se paran a analizar y que se llama profunda división de la curia romana, cuya manipulación se extendía en la profunda división dentro de las conferencias episcopales y de la misma Iglesia. Así encaja la historia de un Tarancón que deja caer el argumento del miedo que es el definitivo en la decisión papal: "Si la Compañía de Jesús se divide, lo hará también toda la Iglesia de España".

Y ahora viene lo mejor. No creo que el cardenal estuviera mintiendo cuando dijo eso, sino que hablaba con total sinceridad y transmitiendo un miedo común (inducido) a muchos obispos en España. Pues a tal cosa estaban dispuestos a llegar los que aspiran al poder mundanoeclesial, si no lo pueden tener, destruirán al que se opone y hundirán el barco con todos dentro sin mirar a ese Evangelio que dice que casa dividida contra sí no permanecerá. 

El miedo al cisma provocó inevitablemente el mal gobierno que convierte el cisma en criptocisma tal como antes había convertido la herejía en criptoherejía y la disciplina en criptoindisciplina. Tal como en tantos temas, tal como en el tema de la comunión en la mano (cuando tan decidido fue el no a la misma y lo inconsistente de tal concesión), la debilidad de un Pontífice como Pablo VI tiene su peso en la historia. Se hará lo contrario a lo que la mayoría sensata ha aconsejado, a lo que aconseja la prudencia y la preservación de la doctrina y de la misma Compañía de Jesús y se obrará por miedo disimulado en generosidad, paternalismo y no se sabe que cosas más. Esa causa no se quiere ver y el crotorar se queda en lo malo que era Tarancón, que no fue más que un peón con poder, pero peón, de las fuerzas poderosas que se veían en la curia ya desde tiempos de Pio XII. Jugó su papel con un argumento determinado que se sumaría a muchos otros argumentos de la misma índole donde al final toda la responsabilidad cae sobre el que la tiene. El único responsable fue el Papa. Su Santidad Pablo VI y su incapacidad para sobrellevar una curia infiltrada y dividida, que es el verdadero cáncer de la Iglesia y la única oposición a la reforma de la misma como atestigua la historia de la Iglesia. Una curia que sería la causa de la muerte (ya nos enteraremos algún día si directa o indirectamente) de su sucesor y la responsable de haber tolerado y expandido toda la corrupción de avaricia e impureza desde los más altos niveles (con las habituales excepciones que se dan en toda situación) con el mayor o menor acierto de los Pontifíces. 

Una curia muy falta de santos varones y llena de eficientes acomodados que hoy día sigue mostrándose como la piedra de tropiezo de toda ansia de reforma. Pero a eso no se mira ni se estudia, salvo para buscar cardenales de la cuerda y seguir el juego curialcorrupto en que estamos cuan pescadilla que se muerde la cola. 

Santa Catalina de Siena de lectura de cabecera. Hace mucha falta. Sobre todo al Papa, que debe ser el primero de los santos varones. No queremos papas beatos mediáticos o de contento (tenemos ya a Pio IX, Juan XXIII y Juan Pablo II en esta serie que no para), queremos papas de probada santidad que gobiernen la Iglesia como San Pio V y San Pio X y también, porqué no, Pio XII. Queremos príncipes de la Iglesia, no principales. La fama de santidad no depende de la congregación de las causas los santos o de éxitos mediáticos planificados o no, sino de los frutos de los sujetos. Por sus obras los conocereis. Por el control de la Iglesia por la unción sagrada y como esa unción se ve bajar hasta el nivel de parroquia, por ejemplo.

M.D.

viernes, 9 de septiembre de 2011

09-09-2011 Monseñor Berzosa en el Congreso teresiano de Ávila Muy buena su intervención


No hay quien se aclare con la cigüeña. En serio. Miren ustedes y el que lea entienda, que yo no puedo:


Despues de describir los excesos del “Potaje teresiano-zen-luterano-ecuménico” en el congreso abulense sobre Santa Teresa nos larga lo siquiente:


Todo como para prescindir de tan prescindible Congreso. Esperemos que Fray Saverio [Prepósito general de los carmelitas descalzos], que en principio justifica con su presencia el “potaje”, tome debida nota y en el futuro nos ahorre memeces carmelitanas.

Ahora leemos en su artículo de hoy las alabanzas del obispo Berzosa que "Ha participado en el Congreso teresiano que acaba de celebrarse en Ávila, con algún ponente lamentable, o "lamentabla", y él estuvo cual correspondía a un obispo católico." Y la pregunta es...

¿Como es que este miembro de la jerarquía de la Iglesia no justifica con su presencia el congreso sobre la santa de la Iglesia católica y el prepósito de una orden regular sí?



En definitiva, una de esas preguntas incómodas que muestran como caga el cicornio según sea el gusto de lo que oiga y no el de la justicia y el recto análisis de causas. Bien está que un obispo diga algo coherente sobre una Doctora de la Iglesia en un congreso que desvirtúa la doctrina católica, pero más coherente es declarar que ese congreso no comparte la doctrina católica y preservar a los católicos del mismo, empezando por negar su presencia y anunciando públicamente el porqué. Nadando y guardando la ropa no se puede estar en cuestión de doctrina. A no ser que a los obispos ya no les importe la doctrina o hayan olvidado porqué son obispos para los fieles, que no es para hacer pinitos intelectuales en un congreso donde bajo capa de catolicidad se imparte la herejía. Aunque a lo mejor la respuesta es peor y resulta en que ningún obispo ve nada malo en que se haga ese congreso tal como la cigüeña no ve incoherencia en criticar a una autoridad eclesiástica por justificarlo con su presencia mientras da alabanzas a otra que acude.

Hay que ir a las causas, estimado cicornio; detenerse en examinar las causas y olvidarse de tanto crotorar en el campanario.

M.D.

jueves, 8 de septiembre de 2011

08-09-2011 Un obispo muy "obediente" al Papa El de Great Falls-Billings (USA), Michael Warfel


Bueno, esta vez la cigüeña denuncia a un obispo (nada nuevo bajo el sol) que se pasa por su báculo los documentos sobre el modo extraordinario del rito romano (sin novedad en el frente). Está bien reclamar porque se cumplan las disposiciones de la Santa Sede, pero quiero comentar dos tipos de cagadas. Una es claramente visible y antievangélica. La otra es mucho más sutil y es la mancha de la que uno no se da cuenta que lleva en la chaqueta hasta que se lo indica otra persona.

La gran cagada viene de la mano con esta afirmación cicornia planteada a modo de duda:

¿Hay que obedecer a los obispos que no obedecen al Papa?

Es fácil sacar una frase del Evangelio, del mismo Jesucristo, a relucir: Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen. (Mt 23, 3) Pero siendo honestos, la comparación no es del todo perfecta, porque un obispo de la Iglesia católica no es un fariseo o un escriba de los tiempos de Moisés, aunque a veces se comporte como tal. El obispo goza de una jurisdicción dada por el vicario de Cristo en la tierra, que surge del propio Cristo fundante de la Iglesia y que es algo más que un poder humano que se hereda por haber nacido en una familia determinada. No obstante, la máxima evangélica resume la actitud del fiel muy bien. Pues todo fiel está obligado a venerar y obedecer y proteger esa jurisdicción viendo en su obispo a Cristo Señor, pero dejando de imitarle cuando deja de ser Cristo Señor y pasa a ser un mercenario.

Por tanto, la incitación a romper los vínculos de jurisdicción episcopal, fuera de cuando hay claramente un pecado de rotura de la comunión eclesial (como sería un pecado contra la fe) y no un mero debate legal al modo de los escribas y fariseos, supone el ponernos fuera de Cristo y por tanto de la Iglesia. Es lo que algún ínclito apolojeta (sí, con j) llamaría "acto cismático" y que muchos (por eso llevan la j de jeta) piensan que sólo se produce en una especie de aliens católicos llamados lefebvristas. 

La conclusión es obvia: en temas disciplinares dudosos, hagamos lo que nos digan pero no lo que ellos hacen. La opción simple ante el abuso disciplinar es la denuncia a la autoridad competente y la vía de la corrección y luego toda la buena voluntad e industria humana sanada por la gracia para no hacer lo mismo y revertir la situación. Sólo cuando peligra la unidad de la fe es cuando se tiene potestad para  romper con el que ya ha roto y oponerse al que se ha hecho resistible. Una potestad que no es absoluta, sino que debe ser sumisa al que tiene la suprema potestad en la Iglesia, sometiéndose a su juicio. Así lo hizo un laico, llamado Eusebio, en su día contra su obispo Nestorio cuando este alteró la fe en Cristo, oponiéndose públicamente al mismo. Pero nada se logró hasta que no intervino la suprema potestad de la Iglesia.

Esta cagada de incitar a la rebelión contra la potestad de jurisdicción en temas disciplinares es obvia a cualquiera de mente católica. Una vía muy apetecible y tentadora, pero poco práctica si miramos la historia de la Iglesia. La vía de la santa industria y ejemplaridad (que es la que encontramos en tantos santos calificados de rebeldes) es menos tentadora, más difícil, pero más efectiva. Quizás porque cuenta con la gracia. Se obedece en lo esencial y necesario pero se ponen todos los recursos permitidos humanos y divinos para revertir la situación sin perder la paz.

Un ejemplo en el extremo de las argucias legales sin romper la comunión de fe es la alusión a la Suprema Ley de la Iglesia y el Estado de Necesidad de Monseñor Lefebvre y ya sabemos lo que se jugó (que no fue sino su alma inmortal) con todo lo que está por dilucidarse y todas las potestades alzadas en su contra. Toda una jugada maestra de la providencia para el que ve la cosa desde lo alto de la historia de la Iglesia y un momento único e irrepetible que necesita hombres únicos en cuyo pellejo no me gustaría estar, aunque da sana envidia por haber sido designados por Dios para ejercer de pivotes de la historia. De momento y a ese obispo francés que muchos dan por cismático y condenado, mi familia y yo le debemos que en nuestra diócesis (donde no hay lefebvristas ni nunca los ha habido) hayamos podido asistir con toda la reverencia debida y dentro de la comunión de la Iglesia a la Santa Misa en la forma en la que asistieron tantos santos cotidianamente y donde se contempla sin tapujos el misterio del sacrificio de Nuestro Redentor de forma visible y audible, espiritualmente inteligible y adecuada al fiel menos instruído. Es de bien nacidos ser agradecidos (y esto para todos los que gustan de la forma extraordinaria) y no habría regalo del Papa si no hubiera existido Monseñor Lefebvre. Dondequiera que esté, que con la convicción de la esperenza será el cielo, Dios no dejará de tener en su cuenta ese bien realizado con personas desconocidas. Dos citas, una de un Santo Padre y otra de una tesis doctoral actual en la Gregoriana dan una imagen de la complejidad del momento histórico que no es nuevo:

San Agustín, en su libro “Sobre la verdadera religión” (cap. 6, 11), habla de los católicos injustamente excomulgados que, por la paz de la Iglesia, soportan pacientemente esta afrenta inmerecida. Y termina diciendo: “A esos, el Padre, que escudriña el interior, coronará secretamente. Parece rara esta categoría de hombres, pero ejemplos no faltan, y son más frecuentes de lo que uno podría creer”.

La Universidad Gregoriana de Roma aprobó la tesis del padre americano Gérald Murray, que afirma: “El examen de las circunstancias en las que Mons. Lefebvre procedió a consagrar obispos a la luz de los cánones 1321, 1323, 1324, provoca al menos una duda significativa, incluso una certeza razonable contra la validez de declaración de excomunión pronunciada por la Congregación de los Obispos (...) Sus convicciones (de Mons. Lefebvre) subjetivas sobre el estado de necesidad que él alegó fueron pura y sencillamente omitidas, cuando el Derecho Canónico ordena que el hecho de tener una convicción de este tipo y actuar en consecuencia, incluso estando equivocado, libra a la persona de incurrir en la pena latae sententiae” (The latin Mass Magazine, fall 1995).

Pero volvamos al obispo díscolo denunciado. La cagada más sutil y menos obvia, es el análisis de lo que ha hecho este obispo, que no es sino aplicarse a los documentos tal como tantos otros obispos se han aplicado. ¿Quien dice que la mente del Papa está claramente definida contra el sector de la Iglesia que se opone a la reforma litúrgica? ¿Quien dice que la mente del Papa no es la conciliación de lo inconciliable antes que la reforma?


¿No estarán pecando de lo mismo que hace ese obispo, solo que sin ser obispos? Eso es todo un debate que lleva a que ya tengamos una instrucción posterior al Summorum Pontificum y que aún así la cosa todavía no esté nada clara y sigamos en las mismas. Y si no, que le pregunten a Monseñor Munilla, para quien celebrar en la forma extraordinaria aparte del obispo no muestra visiblemente la universalidad de la Iglesia, pero de eso la Cigüeña calla sibilinamente, como calla que en la JMJ2011 o nuevo pentecostés de éxito humano tras el cual todo sigue igual, el modo extraordinario no haya sido celebrado por los obispos de la casa ni siquiera por el Papa para mostrar su mente con más claridad. ¿Será que es verdad que no es pastoralmente adecuado?. A lo mejor, ese no celebrarlo y callar ante el desprecio cotidiano, es un modo de mostrar la mente. Aunque para otros es ciertamente mostrar debilidad ante una curia dividida como la misma Iglesia. Y ahí seguimos. Disciplina va, indisciplina viene, cuestiones legales de escribas y fariseos sentados en la cátedra de Moises, mientras Jesucristo espera en el templo a cada uno. La cigüeña en su crotorar llamando a las armas, ignora las causas contra las que hay que dirigirlas y se queda en los detalles de un obispo que sólo hace interpretar la mente del Papa, cuando es algo que debía estar claramente asequible para todos sin más interpretación que la del mismo Papa so pena de caer en el modernismo condenado por San Pio X.

M.D.

08-09-2011 ¿Y se atreve a pedir que desautoricen públicamente a otros por lo que dicen? ¿No rompe éste la comunión en la Iglesia?


Una de las formas más clásicas de repartir la mierda que se encuentra por todos lados es poner el ventilador. Eso es precisamente lo que ha empezado a rodar hace unos días entre los blogueros eclesiales de las facciones en pugna: un ventilador de proporciones espirituales inimaginables.


Toca ahora echar mierda sobre el lado contrario ensuciando con las cagadas a todo el que publique con ellos. Es pueril. innecesario, antitestimonio y una desobediencia directa al Papa que ha recomendado el uso de la corrección fraterna y los cauces reglamentarios (como si eso no se llevara haciendo lustros) Al final de seguir así, supongo que esperan que la cosa acabará atrayendo la atención de alguien con mando importante y entonces las cartas de poder en la Iglesia se pongan sobre la mesa demostrando que el Papa no manda nada más que lo que le deje la facción dominante (como lleva lustros ocurriendo) y confirmando que estamos en un nuevo Avignon donde mandarán los cardenales de tal o cual facción para satisfacción de tal o cual rey.

La respuesta al ventilador es simple. Un juez se la dio sabiamente en un juzgado a una persona que indignada porque el inquilino no le pagaba el alquiler, entró en la vivienda y le cambió la cerradura reteniendo sus propiedades lo cual resultó en una denuncia por allanamiento y robo contra el arrendatario. "Mire usted, aquí no se juzga si su inquilino le ha pagado o no o si le debe dinero, sino si usted le ha robado sus propiedades o no y eso es lo que debe tenerse en cuenta". Sencillamente, el juez justo exponía que la ley es para todos. Para proteger los derechos del arrendatario y también los del inquilino y que nadie puede tomarse la justicia por propia mano porque entonces se daña al prójimo y eso no es sin consecuencias para uno mismo. Por eso el ventilador antes que ilegal (canónicamente también lo es), es inmoral y para los cristianos y en el fondo cualquier persona madura, un tanto pueril. Estas luchas que no se ordenan más que a dar vueltas a un ventilador en lugar de remover las causas que hacen que exista la mierda, no llevan a ningún lado y la cigüeña no se entera que lo primero que huele mal es la propia cagada. En fin. Presiento que vamos a ver muchas vueltas de manivela a ese ventilador hasta que alguien con más o menos sentido les haga entrar en razón o la gracia se imponga en su providencia por los caminos inescrutables del Señor. Mientras tanto la lectura de cabecera para aliviar el peste puede ser la de los diálogos de Santa Catalina de Siena, que no vienen nada mal para no dejarse enredar en estas cosas al decir la verdad.

M.D.

07-09-2011 Nuestro troll de todos los días. Me ha dejado asombrado saber quien era


Gran cagada esta, que cae de lleno sobre el honor de las personas implicadas. Resulta que la Cigüeña muestra ahora un comportamiento propio de mafiosos y delincuentes. Acostumbrada al posible (siempre hay que decir posible hasta que no se tenga constancia judicial) delito de injurias, ahora ha tirado por la vía del posible delito de calumnias y espionaje de datos protegidos al que se suma el delito de amenazas. Estos delitos ocurren cuando se acusa a otra persona de cometer un delito sin ser cierto (por ejemplo del delito de injurias a modo de troll) y cuando se emiten amenazas como las que con asombro hemos leído hoy en el blog del cicornio. 


Pongo el final del artículo que es explícito en sí mismo:

Pues si quiere, e insiste, la identificaremos más. Para vergüenza suya y de su familia.

Para el espionaje, que ha sido desvergonzadamente confeso, le recomendamos a todos que se lean el artículo 197,2 del código penal en eso de utilizar en perjuicio de terceros los datos de caracter personal o familiar:

Art. 197.2. 1ª parte C.P:


Las mismas penas se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere (vale también para la captación intelectual), utilice o modifique, en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado (....).


Art. 197.2. 2ª parte C.P:


Iguales penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero.

El delito se ve agravado por la difusión pública en Internet, que está contemplada en nuestro código penal, aparte de la amenaza. En fin, que parece que el Sr. de la Cigoña anda muy mal aconsejado y se cree que tiene poder para hacer todo lo que le de la gana con sus comentaristas. Pues no. Y las penas son elevadas, aunque en un pais como este, eso no quiere decir nada. Se me olvida decir que en estos casos los jueces siempre consideran solidariamente responsables a los que ofrecen el espacio para que se produzca este tipo de delitos por muchos cartelitos que pongan por el que no se hace responsables y a ellos les corresponde demostrar la imposibilidad humana de haber impedido el delito. Es impensable que los responsables de Intereconomía no revisen uno de los blogs más visitados de uno de los articulistas de la Gaceta y que sale en sus programas televisivos. Sobre todo cuando el tema no es en un comentario, sino en el artículo principal y no ponga un freno en sana ética periodística.


Pero como aquí no somos pelagianos, esto no es un tema legal. Es propiamente moral, de vida en Cristo. Con este comportamiento se repudia claramente el catecismo de la Iglesia Católica que enseña claramente la inviolabilidad de la fama y hacienda del prójimo y el respeto que se debe a su dignidad. Clave para todo comportamiento entre personas propio de cristianos. Un comportamiento que lleva a que los cristianos no se lleven entre ellos a los tribunales y traten antes de solucionar por otros medios cualquier altercado, aún perdiendo y cediendo. Eso está en el Evangelio, pero parece que tal como decíamos el otro día, el catecismo de esta gente no es el de la Iglesia Católica, sino uno propio.

Alucinante es comprobar que hay una parte de comentaristas que le jalean en esta inmoralidad, aparte de ilegalidad. Entre ellos destaca el joven Vinuesa, que trata de echar un capote a su amigo, cuando lo que debería echarle, según el magisterio del Sumo Pontífice más reciente, es una corrección fraterna. Eso sería ayudar a Cigoña en lugar de contribuir a que peque más. Estamos en la antítesis del cristianismo y muy cerca al matonismo pandillero de caracter mafioso, tantos socios tengo, tantos contactos, así puedo sin importar legalidad ni moralidad ni haciendas ni prójimos ni Evangelio que valga. Al final dan la razón a sus contrarios que en esto al menos saben tocar sibilinamente la fibra cristiana.

Muy mal pinta el asunto cuando se ha llamado la atención de los obispos precisamente sobre el modo de actuar de estas personas que se aleja mucho de la comunión eclesial y de la vida teologal cristiana. En esto estamos en un escándalo público similar en gravedad al de la pederastia, sólo que entre laicos que abusan de los prójimos en sus almas desacreditando aquel mandato que Dios Cristo y por el que nos han de reconocer. Ni que decir tiene que cuando el naturalismo es el que manda y la doctrina de la gracia ha sido diluida en lo meramente humano, es lógico que se usen de las fuerzas pasionales de lo humano para substituir a la caridad en las relaciones fraternales. Y ya se sabe: del amor al odio en cuestión de pasiones va un paso. Así estamos y así están. Es lógico, humano, de pecadores, pero nada cristiano. Y labor de la jerarquía es predicar la verdad y la conversión.

En cuanto a alguno que insinua sobre mí en los comentarios, dudo mucho que el post haya ido por mi porque no escribo en el blog de la Cigoña, soy hombre de un solo nick y si he usado otro, que allí no, lo hago saber por lo que no me doy por aludido. Pero ocurre que el cicornio tiene el blog lleno de auténticos enemigos de la Igleisa y de eso ni se entera. Seguramente entre los que lo jalean hay alguno, que sabe que está próximo el fin de la cigüeña por ese lado (y si no fíjense que pronto se le puede acusar de incitación al odio político como no ha tardado en dejarle caer otro comentarista, eso ya son palabras muy mayores si ocurre algo con la persona a la que ha señalado) tal como insiste en destruir todo lo que de católico surge por algún otro lado, aunque no hay que caer en tanta paranoia trollesca. Los católicos de sacrisitía, y más los españoles, son únicos para destruirse a sí mismos con sus rencores y envidias. 



Como he dicho, mejor una corrección fraterna por aquel a quien le haga caso. Como a mi no me lo hace, me veo obligado a hacerla pública. A la persona dañada por el artículo, pues sólo esperar que sea generosa y que si es verdad que tenía esa actitud tan reprobable, esperar que la gracia obre en ella para que cambie, tal como lo esperamos en De la Cigoña, Vinuesa y otros y, con temor, espero que obre también en mí mismo. A su familia, quizás sí le convendría presionar en la vía judicial si no se movieran los hilos episcopales o de amistad que hicieran recapacitar al de la Cigoña (el bien natural familiar siempre está por encima del bien natural de un particular que ataca a la familia por muy famoso que este sea). Quizás esta vez la dulce corrección del báculo de pastor espantando a la cigüeña para que no ensucie más el pórtico de la Iglesia sea más que necesaria y algo muy sensato.

M.D.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

06-09-2011 A José Manuel Vidal Que me ha liberado de la deuda que tenía con Religión Digital


Bueno, esta vez la cigüeña nos deja otro punto claro de lo que es la mente que la anima. Como no entiende de gracia, habla de deudas. Y ahí lo tienen, saldando deudas con el que le dio alternativa en Internet y hablando de respeto debido (tal como los delicuentes hablan entre ellos). Mal asunto este de los católicos que sólo entienden de luchas políticas en la Iglesia y que luego confirman cada palabra que dicen los otros sobre la falta de fraternidad y caridad para al final acabar peleados en la calle donde debían regir las peticiones del Padre Nuestro

No entro en esa polémica porque creo que es estéril y aparte muestra como hay una repulsa a la doctrina de la gracia por ambos lados. La lucha por la  reforma de la Iglesia no es una lucha por el poder en la misma ni una lucha por la opción política dentro de la sacristía. Esa es la principal diferencia entre los que se sienten a gusto entre las cagadas de la cigüeña y los que de verdad pretenden reformar la Iglesia señalando los excesos y la auténtica causa y origen. La gracia cuenta. Y la gracia no es un conjunto de normas y leyes o un haberes de cuentas, sino que es santidad y vida de virtudes y en grado heroíco que nadie puede obtener sin los medios ordinarios y la predicación que les lleve a ellos. Nada que una mente próxima al naturalismo pelagiano pueda entender sin deformar en una especie de jansenismo rencoroso que a la postre trae el ateismo de la mano en el culto al hombre, que sí, que también lo tiene la Iglesia y que lo dijo S.S. Pablo VI.





En fin, entre la saña de unos, la antipatía de otros y la incomprensión de muchos la reforma de la Iglesia se pierde en burdas simplificaciones de luchas estériles de poder que no merecen la más mínima pena a no ser que a los que las mantienen les dejen su tajada. ¿Será por eso que se pierden los respetos y se tiran a degüello, censuras aparte? Esperemos que la cosa no acabe como en el final de la película los elegidos sólo que en los tribunales eclesiásticos.

M.D.

martes, 6 de septiembre de 2011

05-09-11 No es raro que coincidamos. Hemos leído el mismo catecismo


Al final resulta que nos hemos enterado de que la cigüeña no caga sola. Le acompaña en sus ensuciadas clericales otro habitante de las alturas etéreas de Internet: Luis Fernando Perez Bustamante. Hay pues una pareja de cigüeñas, o una cigüeña y un cigüeñal que da vueltas. Eso explica algunas cosas.



Es obvio. Nada nuevo hay en este politiqueo eclesial donde las cuerdas se definen muy bien a base de separar los hilos eclesiales que no les gustan. En eso los eclesiásticos españoles -y por eclesiástico se ha de entender clero y laicos- son maestros. Como era de esperar, Luis Fernando ha respondido a la profesión de fe mútua de la anciana cigüeña. Lo suyo es hacer su propia Iglesia, que dicen que es la de Cristo, pero eso sí: expulsando a todo el que no es como ellos. Y cosa que no sólo hacen con los que se ponen objetivamente fuera de la Iglesia, sino con todos aquellos que simplemente estorban a su cuerda, grupo, facción, secta... En el fondo, también a todos aquellos que les señalan que esa apreciación subjetiva suya sobre el resto de la Iglesia necesita un conocimiento más amplio en teología y, lo que es más importante, en lo teologal como puede comprobarse fácilmente a poco que se lea a los sujetos en cuestión con un poco de conocimiento de la tradición eclesial católica, la patrística y la medieval. Ya puestos, también la del resto, porque quien no comprende y comprehende toda la historia de la Iglesia no hace sino crearse una secta en su imaginación que no tardará en llevar a la práctica en franca simplificación montanista (que puede ser de unta tendencia u otra), como es esta que asoma por Internet en forma de conspiración de blogueros erigidos como conciencia de los prelados con todo el poder que puede dar la era de la información a personas poco versadas en cuestiones esenciales para la fe, la esperanza y la caridad.

Un ejemplo de lo peligroso que es poner a estos inconscientes como nuevos pepitos grillos de las conciencia católica lo tomo de esta frase de Luis Fernando que muestra su gran desconocimiento de la tradición católica:

   Durante mucho tiempo, sin duda demasiado, las únicas voces críticas en la Iglesia con repercusión mediática venían del ámbito heterodoxo-progresista o, en el otro extremo, del lefebvrista

Alguien debería cantarle a este hombre que en el mundo teológico mediático hay muchas cosas, desde hace tiempo, que nada tienen que ver con progresismo o con lefebvrismo y sí con discusiones teológicas cerradas en falso en la historia de la Iglesia. También deberían informarle de muchas cosas cotidianas de la vida de la Iglesia dentro y fuera de España que obviamente desconoce en esa burda simplificación propia de la fofez (término que no se si deriva del payaso Fofó o de fofo, aunque seguramente de ambos) y que recuerda a cierta simplificación de eso que se llama en política tercera vía y que no es más que unos ignorantes novatos y/o aprovechados con la dichosa novedad de la equidistación de todo al servicio de lo mismo de siempre. Pero en fin, no quiero caer en lo mismo. 

Allá cada uno, pero que el catecismo que comparten no es el de la Iglesia católica, se lo he dejado claro. Uno porqué es un anciano cascarrabias y al que como anciano se le perdonan todos sus exabruptos; el otro porqué es un ignorante en teología -converso del protestantismo- que simplemente traduce en católico su alma protestante sectaria que no deja de ser eso mismo y que confunde sentimiento y psicologismo con experiencia de la gracia, como la cigüeña, como tantos... Al final su cacareada fidelidad al magisterio no es más que la otra cara de un pelagianismo olvidado por el padre Iraburu en su clasificación: el pelagianismo de tercera vía. Ya hablaremos de él otro día.




Una prueba:

No me resisto a dejarles la siguiente pregunta en el aire a modo de prueba teológica para estos dos y el que quiera probar: ¿No habría algún modo de recibir a los divorciados a la comunión? ¿Coinciden en el mismo catecismo con eso? Con el mío no, desde luego. Porque la gracia no es un tema de normas o leyes, señores semitotalmente-pelagianos que parece que no han leído a San Pablo, sino que es un tema de vida de gracia dentro de la economía sacramental, que es la que posibilita la vida moral en Cristo, porque fuera de El no hay otra. Y no la hay por muchos malabares que haga una declaración conciliar como la Gaudium et Spes, que como decía el teólogo Dt. Ratzinger -hoy S.S. Benedicto XVI por la gracia de Dios-, apena se libra de una terminología casi totalmente pelagiana en ese aspecto. Por eso la Iglesia desde el primer día ha repudiado a los que vivían en pecado público y se obstinaban en ello. Porque no tenían la gracia -dejo a sus inteligencias la inútil tarea de tratar de averiguar si es porque Dios se la retira o porque ellos la rechazan-. Sin embargo, a algunos como estos dos les parecerá que es algo asequible mediante el cumplimiento de diversas normas o leyes canónicas -y si no, fuera de la Iglesia-. En eso son, como dice un amigo: progres de distinta velocidad. Más tarde o más temprano acaban como ellos. Exigiendo la gracia como condición de naturaleza y cayendo a un lado u otro de la exigencia de la tendencia: jansenismo o quietismo, piedad severa de normas asfixiantes en un cumplimiento o relajación total dejándose llevar por el viento de la propia sensibilidad. Se ve, que no han leído ningún catecismo, o si lo leyeron nunca lo meditaron y lo llevaron a la oración en este tema.

M.D.